Anuncios sin acciones, el “Bachetón”
En el contexto urbano de la Ciudad de México, donde la movilidad y la infraestructura son temas cruciales para el bienestar de sus habitantes, el programa “Bachetón” ha suscitado tanto expectativas, como frustraciones. Anunciado con gran pomposidad en octubre pasado, el objetivo inicial de esta iniciativa era el de resolver de forma ágil y efectiva el problema de los baches que deterioran nuestras calles y autopistas, un mal que ha sido constante a lo largo de los años y que afecta la calidad de vida, la seguridad vial y el flujo del transporte.
Sin embargo, a medida que el programa se despliega, las evidencias apuntan a que su eficiencia deja mucho que desear. Los ciudadanos han podido observar cómo, a pesar de la inversión y los esfuerzos, muchos de los baches que se han reparado no han mostrado la durabilidad esperada, y en algunos casos, han vuelto a aparecer en un lapso sorprendentemente corto.
Esto plantea preguntas fundamentales sobre la calidad de los materiales utilizados, así como sobre los métodos empleados para llevar a cabo estas reparaciones. La falta de atención a estos detalles, que pueden parecer menores, repercute directamente en las experiencias diarias de miles de automovilistas y peatones.
El “Bachetón” ha enfrentado críticas por su escasa transparencia y su aparente desorganización. Aunque la intención de involucrar a la población en la identificación de problemas viales es loable, el esquema de denuncia y respuesta que se ha implementado parece no ser suficiente. La burocracia y la falta de respuesta efectiva han frustrado a los ciudadanos, quienes esperan soluciones inmediatas a problemas que han persistido durante décadas.
Aunado a toda esta problemática, el factor corrupción no deja de aparecer, pues todos tenemos uno o varios ejemplos de cómo, en ocasiones, se arreglan las banquetas, los parques o los baches una y otra vez, incluso cuando no es necesario, y en otros casos nomás nunca llega la solución.
Sospechoso, ineficaz, demagógico, insuficiente y otros varios adjetivos merece este programa, pero sobre todo, incongruente con un anuncio presidencial. Pareciera que cada vez es más fácil prometer y no cumplir, por lo menos para los funcionarios públicos.
Morena: pendientes por resolver
Muchas son las iniciativas que quedaron pendientes durante el pasado periodo de sesiones en el Congreso, reformas que por formar parte de la agenda del partido oficial y por estar vinculadas con avances relacionados con los derechos humanos y garantías a los sectores más desprotegidos de la sociedad, tendrían que quedar aprobadas este mismo año.
La lista sin lugar a dudas la encabeza la Ley Nacional de Aguas, que tendría que sustituir a la promulgada en 1992 cuando todavía era presidente Carlos Salinas de Gortari y las condiciones hídricas del país eran completamente diferentes a las que estamos enfrentando en este momento. La nueva ley planteada por Morena busca modificar el enfoque en la utilización de este liquido haciendo prevalecer el derecho humano, sobre una visión patrimonialista que ha favorecido a las industrias; el mejor aprovechamiento de las aguas residuales; la reducción de la vigencia de las concesiones a 15 años con una sola prórroga; minimizar las fugas existentes mediante una revisión integral de la red; y la prohibición expresa del fracking utilizando agua entre otras propuestas.
Otro de los grandes temas pendientes es la reforma en materia laboral que busca establecer una jornada de 40 horas a la semana. La propuesta no es novedosa, de hecho, se encuentra pendiente desde 2023 cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador emitió una recomendación para alargar su tiempo de análisis mismo que se extendió hasta el fin de la legislatura sin avances claros. Ahora su sucesora, Claudia Sheinbaum, retomará el proyecto y como muestra de ello, en una de sus conferencias matutinas, aseguró que este año se discutirá en lo que será “un proceso gradual y por sectores” mismo que incluirá mesas de trabajo con todos los involucrados. En paralelo se pondrá en la mesa la propuesta que pretende que se duplique el aguinaldo de manera obligada entre los trabajadores del sector privado.
En otro ámbito ,desde noviembre de 2020 el Senado aprobó la Ley General para la Regulación de la Cannabis, los diputados hicieron ajustes que no gustaron a la Cámara Alta por lo que la iniciativa terminó en el limbo. Un año después, la Suprema Corte de Justicia de la Nación decretó la inconstitucionalidad de la prohibición absoluta del consumo lúdico o recreativo de la mariguana establecido en la Ley General de Salud. Desde entonces el Senado se ha negado a acatar la sentencia, por lo que sigue siendo uno de los pendientes que podrían resolverse en los próximos meses.
Tula, un infierno ambiental
El pasado fin de semana, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció la reconversión de uso de combustóleo por gas natural en la termoeléctrica de Tula para reducir la contaminación, como parte del parque de economía circular en aquel municipio hidalguense.
Tula de Allende fue calificado en su momento por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales como un “infierno ambiental”, debido a la alta contaminación al ser el municipio de mayor número de emisiones de dióxido de carbono, la principal fuente contaminante del Valle de México, una emergencia ambiental y sanitaria que amerita desde hace décadas la atención de los tres niveles de gobierno.
Es el único lugar de México donde operan una termoeléctrica, una refinería y una cementera, aunado a la descarga de aguas negras y pluviales de la Ciudad de México al Valle del Mezquital, fruto de una ausencia de planeación y conciencia ecológica de cinco décadas, que ha causado estragos en la salud de la población local y regional.
El anuncio presidencial es una buena noticia para la Zona Metropolitana del Valle de México y para la población tulense, pues por fin se trabaja en un proyecto integral para atender parte de la problemática del lugar. Parte del proyecto, que incluye la anunciada reconversión de la termoeléctrica, es el parque de economía circular de Tula, el cual se ubicará precisamente en el terreno de 700 hectáreas donde se iba a construir la refinería Bicentenario del sexenio de Felipe Calderón. Dicho parque incluirá dos plantas de reciclaje, una para residuos orgánicos y otra para reciclaje de residuos de la construcción.
Otro tema de la atención al medio ambiente del municipio que se atenderá en el sexenio es el saneamiento del río Tula, así como la infraestructura para prevenir y evitar inundaciones como la sufrida por el desborde del río en 2021.
Importante será dar seguimiento al cambio de uso de combustóleo a gas natural de la termoeléctrica, debido a la sustitución de tecnología que implica y si esto podrá traer afectaciones temporales al suministro de energía.
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