Trump, la provocación como estrategia
A unos días de tomar el poder, el presidente electo de los Estados Unidos, ha emprendido una escandalosa estrategia que consiste en sembrar la discordia y alertar al mundo de sus alcances.
Fiel a su costumbre, aunque bastante fuera de lugar, Donald Trump ha tomado el micrófono para cumplir con su sueño, una vez más. Ser la persona más controversial, más temida y más pública del planeta.
Trump es un provocador, parece tonto, pero no lo es tanto si se calificaran el cumplimiento de sus objetivos. Es ignorante, innegablemente, pero fundamentalmente es narcisista y un megalómano que no tiene capacidad de empatía, que es grosero e irrespetuoso y que en realidad no distingue entre el bien y el mal.
Su pensamiento es pueril. “Compraremos Groenlandia… Qué bien se vería Canadá y Estados Unidos juntos en el mapa… Cambiaremos el nombre de el Golfo de México… Valoramos la intervención para recuperar el Canal de Panamá…”
Ya no sorprende ninguna declaración que haga o que pueda llegar a hacer. Los mercados financieros ya tienen descontado el factor Trump, aunque llaman la atención sus comentarios, en su gran mayoría no tienen ninguna repercusión.
Entonces, ¿por qué lo hace?, ¿es parte de una estrategia?, ¿qué gana?, ¿quién pierde?
Bueno, la única respuesta fácil es en relación a la última pregunta. Perdemos todos, pues su megalomanía cae en un momento histórico y tecnológico perfecto para confundir, para desinformar y para generar caos, que es justamente lo que él disfruta, sin ceñirse a regla social, moral o ética alguna.
Lo más importante es saber cuál es el límite, pues da la apariencia de ir incrementando el nivel de lo absurdo en sus apariciones públicas. No sería extraño que, tarde o temprano, el congreso buscara la manera de cerciorarse del buen estado mental del presidente, pues no parece estar en sus cabales.
Mientras Donald Trump asume la presidencia, las empresas calificadoras, los consultores y expertos echan a volar su imaginación y su capacidad prospectiva para analizar que tan riesgoso puede ser un gobierno con alguien así al frente.
En fin, existe una gran expectativa por ver las primeras acciones llevadas a cabo por su administración, por lo pronto, es previsible que llegue con más amigos que con los que terminará su último cuatrienio. Trump no sabe ser ni estar.
Ramírez de la O se va y ya hay tiro por Hacienda
Es un secreto a voces que el secretario de Hacienda dejará la administración pública muy pronto, tanto como el último día de febrero. Y lo que en otro momento habría causado un temblor en el ambiente político y financiero, no es así en esta ocasión.
Rogelio Ramírez de la O nunca quiso permanecer en su cargo durante este sexenio, bueno, tal vez nunca quiso realmente ser secretario de Hacienda, pues tuvo y tendría mejor suerte en el sector privado, al que estaría imposibilitado de regresar de manera inmediata.
Sobre él pesan varios desencuentros y animadversiones, pues no es un hombre que disfrute de la fama, de lo público, ni del trabajo en equipo. No logró compenetrarse en el equipo de Sheinbaum, ni siquiera darse a respetar como sucede naturalmente con quienes ostentan ese cargo.
A los mercados tampoco parece haberles importado, lo que sí es relevante es quién lo sucederá. Y aquí es donde están puestos los ojos de muchos.
Edgar Amador, el subsecretario del ramo tiene las riendas en la mano, sin embargo, compite con Luz Elena González, secretaría de Energía, quien contaría con toda la confianza de la presidenta. Lo cierto es que hay varios ex funcionarios que no gozan de la simpatía de Ramírez de la O que estarían regresando eventualmente a la administración pública.
Las opciones de Santa Clós y los Reyes Magos
Al próximo 10 de enero, la industria juguetera en México proyecta cerrar sus ventas con más de 2 mil 800 millones de dólares, de los cuales mil 800 mdd se generan por Navidad y Reyes, de acuerdo a la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (AMIJU), un incremento del 24% respecto al mismo periodo anual (de 10 de enero de 2023 a 10 de enero de 2024, para abarcar el cierre del 6 de enero). Es buena noticia por varias razones: una recuperación pospandemia, se mantiene firme frente al crecimiento de videojuegos, y ante otros obsequios para el entretenimiento de toda la familia y amistades. Vale la pena revisar algunas opciones de regalos que llegaron esta Navidad y en Día de Reyes.
Los que llegaron para quedarse: videojuegos y gadgets, ambas industrias mundiales, con los menores de edad como un nicho específico y que continua en crecimiento.
Los clásicos: las bicicletas, triciclos -Apache se mantiene como marca líder y garantía de resistencia-, patines y patinetas, en los cuales ya es obligado incluir el equipo de protección; más los balones de todo tipo de deportes de conjunto.
Sin roles de género: adiós aquello de que las cocinitas o los hornos son para niñas. Hoy en día es común ver a niños jugando a cocinar o cocinando.
Por su originalidad, ahorros y beneficios extra: el pase anual de Six Flags y al parque acuático Hurricane Harbor, un obsequio cada vez más común para niños, jóvenes y varios adultos, o que se hacen familias a sí mismas.
El juguete vintage de moda: las pistas de carreras de Scalextric de regreso a México después de más de 20 años, con todas las innovaciones analógicas y digitales que se le sumaron en ese tiempo, haciendo más emocionantes las competencias que muchos vivieron hace varias décadas.
En resistencia: los juguetes y juegos mexicanos, una opción que puede no ser la de una ocasión especial pero que no falta en casa juegos de mesa como la lotería, la Oca, Serpientes y escaleras; una pirinola, el trompo y el yo-yo, estos dos últimos vigentes en las primarias.
En retirada: los CDs de películas en rápido desuso ante el dominio de las plataformas de streaming. Disney + continúa creciendo, y la suscripción es otro regalo familiar.
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