Fuga de datos afecta al 28% de las empresas en México
La fuga de datos se ha convertido en un problema crítico para las empresas a nivel mundial, generando pérdidas financieras significativas. A nivel global, el costo promedio por la fuga de datos asciende a 4.35 millones de dólares, de acuerdo con un estudio de IBM.
Según la empresa de seguridad cibernética, Kaspersky, un incidente de fuga de datos les cuesta a las grandes empresas 1.23 millones de dólares; mientras que en el caso de los pequeños negocios la cifra es de 120 mil dólares.
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En México, un estudio de Kaspersky reveló que en los últimos dos años el 28% de las empresas ha sufrido la fuga de datos confidenciales.
Los ataques cibernéticos son una de las principales causas detrás de la fuga de datos, siendo el ransomware la principal amenaza que los cibercriminales emplean para vulnerar los sistemas y acceder a la información valiosa que gestionan particularmente las empresas de sectores como el financiero, gubernamental, manufacturero, de retail, servicios de TI, salud y educación.
Asimismo, la negligencia por parte de los empleados también contribuye significativamente a la fuga de información de las empresas, un 24% de las violaciones se atribuyen a errores humanos.
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Consecuencias para las empresas
Las consecuencias por la fuga de datos son múltiples y pueden ser devastadoras. Más allá del costo directo asociado con la recuperación y mitigación del daño, las empresas pueden enfrentar pérdidas en la confianza del cliente y en la lealtad hacia la marca.
La interrupción operativa es otra consecuencia crítica; muchas organizaciones se ven obligadas a detener sus procesos productivos mientras gestionan la crisis de fuga de datos, lo que puede generarles grandes pérdidas económicas.
Cabe recordar que hoy en día, las empresas constantemente recopilan, procesan y almacenan información sensible propia, como datos financieros o secretos comerciales; pero también datos personales de empleados, clientes, proveedores e incluso de usuarios de servicios en línea.
Los expertos de Kaspersky han explicado que la exposición de este tipo de información tiene un impacto devastador en la reputación de las organizaciones, al dañar la confianza y privacidad de los usuarios, lo que también perjudica su competitividad.
Claudio Martinelli, director general para las Américas en Kaspersky, comenta que las empresas deben garantizar la protección de los datos personales que gestionan contra accesos no autorizados, filtraciones y usos indebidos, cumpliendo las regulaciones pertinentes.
“Esto no sólo resguarda la privacidad de los usuarios, sino que también, mitiga riesgos de seguridad, legales, económicos y reputacionales para las organizaciones. Prevenir fugas de datos sensibles es fundamental para mantener la confianza de clientes, socios y empleados, y para asegurar la estabilidad de las operaciones a largo plazo”.
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Medidas para prevenir la fuga de datos
Para mitigar riesgos, Kaspersky recomienda que todas las empresas adopten medidas básicas de ciberseguridad, y lleven a cabo la implementación de protocolos robustos para la gestión de datos sensibles.
1. Implementar políticas de ciberseguridad robustas que consideren el cifrado de datos sensibles para evitar que los atacantes puedan acceder a ellos en caso de ser interceptados o robados, realizar copias de seguridad periódicas de la información crítica y establecer procedimientos claros para recuperarlos eficazmente ante un incidente.
2. Reducir el número de personas con acceso a datos sensibles y revocar los accesos de los empleados que hayan dejado la empresa. Las amenazas son más probables en organizaciones donde demasiadas personas manejan información valiosa y confidencial que puede ser de interés para terceros, entre ellos cibercriminales.
3. Segmentar la red interna, pues al dividir la red en secciones específicas se limita el alcance de un acceso indebido. Esto significa que, si ocurre una brecha, el impacto estará contenido en una parte de la red, reduciendo el daño y protegiendo otras áreas críticas de la infraestructura.
4. Proteger datos sensibles con criptografía, pues de esta manera, en caso de un incidente, los estafadores no tendrán cómo acceder a datos confidenciales.
5. Invertir en capacitación constante en ciberseguridad a los empleados de todas las áreas, enfatizando la importancia de evitar el uso de sistemas y dispositivos no autorizados, entre otras mejores prácticas, como la protección de cuentas y contraseñas, la actualización de programas y la navegación en línea segura.
6. Usar de soluciones de seguridad confiables como EDR (Detección y Respuesta de Endpoints) para bloquear cualquier intento de ataque que pueda resultar en la filtración de datos confidenciales.
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